CRISIS Y OPORTUNIDAD, LA INNOVACIÓN COMO EXPRESIONES DE LA VIDA
Hoy escribe... Raúl Volker, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI
Con la
COVID-19 nos encontramos en una coyuntura desde la cual han surgido nuevas
estructuras y nuevos flujos de sucesos sin que se haya encontrado su inserción
social para esas organizaciones en arreglos adecuados para procesarlos. De ahí
entonces un gran malestar y las profundas angustias en todos los niveles.
Se
suele hablar de crisis sin apreciar su sentido del cual cada individuo siente
que los nuevos diseños organizacionales deben abrirse paso en el mismo tiempo y
espacio con arreglo a los flujos estructurales que le corresponden. Acaso hemos
adquirido un conocimiento sin precedentes acerca del mundo físico, químico, biológico,
psicológico y sociológico, donde los mitos son rechazados bajo las luces de la
racionalidad clásica; pero, sin embargo, persiste el error y la ignorancia
acerca de los términos centrales de la vida.
Los
errores surgen en el modo de organizar nuestros saberes en sistemas de ideas
parciales y especializaciones, cuando el todo manifiesta evidencias inesperadas
a partir de cada una de sus partes, donde las amenazas que enfrenta la
humanidad están ligadas al progreso y las manipulaciones de lo natural y los
desarreglos ecológicos.
Esa
ignorancia y esos errores tienen su génesis en nuestra incapacidad por
reconocer la complejidad de lo real. Se nos hace imprescindible una radical
toma de conciencia donde todo conocimiento opera desde el comando de unos principios
que organizan nuestros pensamientos en paradigmas y que gobiernan nuestra
visión del mundo sin tomar conciencia de ello. Dada esa inconciencia, nuestros
prejuicios, nuestras pasiones, y nuestros intereses, están en juego por delante
de nuestras ideas, y no alcanzamos a comprender cabalmente la naturaleza de ese
mundo porque no alcanzamos a percibir su compleja trama.
Debemos
entonces, evitar la perspectiva de la visión unidimensional del paradigma de
simplificación, de la disyunción, la reducción y la abstracción que desarticula
al sujeto en su pensamiento, para comprometernos en la aventura de un abordaje
integrativo, ecologizado y transdisciplinar de la maravillosa naturaleza de la
que somos parte.
Y la
innovación está ahí, la innovación es un fenómeno social y es inherentes a los
grupos humanos y está dentro de la comunidad que la está involucrando en sus
distintos niveles.
La
innovación genera objetos, procesos y acciones para una transformación, y esos
cambios interactúan con su existencia misma, trascendiendo mucho más allá de lo
que cada individuo soñó.
La
innovación permanece e interactúa, afecta con sus cambios locales o globales, y
subsiste como innovaciones en distintos niveles y sus distintas tipologías, y
no se desarrolla aislada de los acoplamientos de los sistemas políticos, tecnológicos,
culturales, etc., afectando todas las relaciones de poder, dependiendo su
supervivencia de los ecosistemas que la acogen en sus tiempos de ejecución.
En
este sentido, las organizaciones que llevan adelante esas innovaciones no están
aisladas. Son sistema abiertos que nutren y se nutren de esas comunidades, y
sus innovaciones son la evidencia vital de lo nuevo que se sobrepone a lo que
ya es inadecuado, desmedido, inoportuno o anacrónico.
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