Concentración y atención
Hoy escribe... Camila Mele, Integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI
Cuánto nos cuesta la concentración y atención
En
encuentros pasados hemos hablado acerca de la gestión del tiempo, identificamos
porque sentimos que es escaso y determinamos cuáles son
los principales enemigos para gestionarlo, hemos llegado a la conclusión de
que algunos de los factores que nos complican tienen que ver con nuestra falta
de concentración y atención para determinadas actividades. En otras palabras,
suponiendo que organizamos nuestra agenda de la forma más eficiente posible,
aún así, al momento de emprender las actividades establecidas no logramos
concentrarnos para realizarlas en el tiempo que les designamos.
Muchas
veces los problemas a los que nos enfrentamos al momento de tener que realizar
alguna actividad no están relacionados con una mala gestión del tiempo sino con
una incapacidad para concentrarnos en una sola actividad en un momento
determinado. Esta falta de concentración podríamos adjudicársela a diferentes
factores como, por ejemplo, el celular, el mail, los sonidos del ambiente, las
notificaciones, las interrupciones, etc.
No
es objetivo de este breve texto dar fórmulas acerca de cómo concentrarnos,
solamente invitar a la reflexión para identificar si está en nuestro poder la
capacidad para mejorar la manera en que trabajamos
La
primera pregunta que deberíamos hacernos es si los aspectos que se han
mencionado podemos o queremos erradicarlos de nuestra vida cotidiana para ser
más eficientes. Si intentamos hacer una reflexión racional, la realidad es que
tenemos a nuestro alcance muchas herramientas sencillas y cotidianas que sirven
para hacer más eficientes nuestras horas de trabajo, estudio, etc. Veamos
algunos ejemplos:
·
Ya hemos hablado de la planificación de la agenda en general, pero
también resulta de vital importancia determinar al principio del día las
actividades y el tiempo que nos va a tomar cada una de ellas.
·
Evitar realizar diferentes tareas al mismo tiempo. En la era del
multitasking, pensemos en la posibilidad de trabajar haciendo una sola cosa a
la vez. En los últimos tiempos se ha empezado a romantizar la idea de que hacer
muchas cosas en simultáneo nos hace cerrar más temas pendientes con mayor
velocidad. Sin embargo, hacer las cosas rápido no es sinónimo de hacerlo bien,
este tipo de situaciones nos podría enfrentar a tener que destinar el doble de
tiempo para hacer rehacer una sola cosa.
·
Desplazar las posibles distracciones y preparar el espacio físico.
Un ambiente acorde a las actividades que allí realizaremos es el primer
paso para no distraernos, pero también debemos estar atentos a aquellas
cuestiones espontáneas que puedan suceder, por ejemplo, silenciar el celular,
apagar la televisión o la música, etc.
·
Por último, programar y respetar los momentos de descanso. Es tan
importante descansar como trabajar, si no determinamos la duración y el momento
en que se realizará de dicho descanso nuestro cerebro no lo registrará como tal
y, en consecuencia, tenderemos a distraernos y agotarnos con mayor frecuencia.
Nuevamente
relacionando este artículo con los anteriores que he escrito en este blog me
resulta realmente interesante y un asunto para reflexionar el hecho de que
necesitemos de tanta preparación y coordinación para poder concentrarnos y
organizarnos. Quizás muchos de nosotros damos por sobrentendido o subestimamos
el hecho de tener que “gestionar una agenda“ pero evidentemente no es algo que
a la mayoría le resulte sencillo y, por otro lado, cumplir con los objetivos
que nos proponemos es otro inconveniente que nos cuesta afrontar.
Uno
de los principales aspectos para construir un camino hacia el liderazgo está
relacionado con una correcta gestión de nuestra vida en todos sus aspectos, por
lo cual, a cualquiera que de nosotros que nos interesara profundizar en el
camino del liderazgo debería, por lo menos, intentar mejorar su capacidad de
organización y foco en lo que realizamos.
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