Formarnos para ser protagonistas de nuestro tiempo
Hoy escribe... Raúl Volker, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI
}El cambio climático, la creciente urbanización, los escases de recursos naturales, la creciente desigualdad, la globalización y el crecimiento exponencial de la tecnología afectan a nuestra unidad ecológica. Estos motores del cambio tienen sin lugar a duda, un formidable impacto en el trabajo humano, en los sectores organizacionales y en las oportunidades de negocios.
El Ser Humano se ve
muchas veces amenazado y abrumado por las incertidumbres acerca del futuro del
hombre y de su trabajo, pero siempre que en la historia de la humanidad hubo
transiciones tecnológicas y nuevos ordenes sociales y políticos, el Ser Humano
debió elegir formarse para ser protagonista de su tiempo.
Por eso, somos sistemas
plásticos y cambiantes; cada uno de nosotros dentro de un contexto ecológico
vive una experiencia diferente. En una organización, cada miembro vive una
organización diferente, cada uno vive un equipo diferente, pero hay que buscar
la identidad. La búsqueda de la identidad es conducirse de una manera plástica
frente al mundo que uno enfrenta con plasticidad conductual frente a las
alternativas que nos propone la realidad. En definitiva, esta es la esencia del
pensamiento estratégico.
Nos movemos en esas
interacciones según lo que vemos, lo que pensamos y lo que deseamos; y el
contexto ecológico ocurre manteniendo la coherencia y cambiando nuestras
posturas en relación con lo que vemos sentimos y oímos, para conservar nuestro
bienestar y nuestro vivir.
En definitiva, somos
conservadores del vivir, del bienestar en las circunstancias en la que nos
encontramos. Esto sucede de manera inconsciente, pero cuando esto sucede de
manera consiente entonces nos atrevemos a escoger un futuro deseado, un
propósito sublime, y tomamos nuestras propias decisiones.
¿Cómo tomamos
decisiones? ¿desde dónde acordamos nuestras elecciones? Esto es posible, porque
existimos en el lenguaje y en la conversación. El lenguaje es un modo de
convivir en el cual coordinamos nuestras conductas, nuestro hacer, nuestros
acuerdos y consensos, desde la trama de los argumentos de una conversación
poderosa.
Con el lenguaje además
hacemos teorías desde donde pensamos lo que pensamos; y eso nos permite
reflexionar. Reflexionamos cuando preguntamos ¿cómo se hace algo? y ¿Qué estamos haciendo? Eso solo es posible
si vivimos en el lenguaje.
Nosotros coordinamos la
coordinación que hemos hecho, que aparece con la pregunta: ¿Qué estamos
haciendo? Eso es la reflexión y la autonomía de la conciencia de sí. Es decir,
una invitación a la reflexión es una pregunta sobre la autoconciencia en el
espacio de la reflexión. A partir de esa pregunta podemos actuar de manera
autoconsciente.
En las organizaciones,
vamos en la búsqueda de la conservación de la coherencia, de esa dinámica en la
relación con el CONTEXTO en la cual surge EL LENGUAJE, que es lo fundamental en
nosotros los seres humanos que existimos en el lenguaje y la reflexión.
Crecemos conversando, crecemos en el lenguaje haciendo las cosas. El lenguaje
es un modo de coordinar las cosas que hacemos y nuestras emociones para lograr
el desarrollo de las COMPETENCIAS para nuestras REALIZACIONES.
COORDINANDO nuestro
sentir, nuestro hacer y nuestras emociones en una forma de RECURSIVIDAD, CON
UNA RETROALIMENTACIÓN POSITIVA O NEGATIVA para perfeccionarnos, y a partir de
esa recursividad, LOGRAR QUE EMERJAN COSAS NUEVAS y mejores, con alternativas
superadoras.
De esta manera, cada
vez que hay una recursión en el lenguaje aparece algo nuevo y al retroalimentar
el dialogo, aparece una conversación poderosa y transformadora.
El liderazgo
organizacional es en la convivencia en las organizaciones donde tenemos
intenciones, propósitos, finalidades, enojos y alegrías, acuerdos y disputas.
En este sentido hacemos una segunda mirada al concepto de liderazgo, pensando
en hablar de COLABORACIÓN. Es entonces el acuerdo lo que guía el quehacer de
los equipos desde la perspectiva de la colaboración genuina.
Liderazgo es en
realidad, lograr que colaboremos, reorganicemos y conservemos las estructuras
que nos interesan llevar juntos al futuro.
Comentarios
Publicar un comentario