Hablar sin miedo: El rombo del impacto


 










Hoy escribe... Martín Lorences, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI


Carolina es emprendedora, jamás se imaginó que para aumentar sus ventas tenía que “ponerle” la cara a su negocio. Traducción a nuestro mundo online: Transformarse en el storyteller de su marca, ser la voz, la que invita, la que cuenta como se hacen sus productos.

Por supuesto que este nuevo rol de cara visible de su emprendimiento exponía a Carolina a tener que grabar videos a diario.

-          “Varias horas antes de empezar a grabar mis videos, ya arrancaba esa puntada que no me deja respirar. Saber que tengo que grabar, me perfora el estómago. Sin embargo, entiendo que no me queda otra”.

Así arranco Carolina su primera sesión conmigo. Fue lo primero que me dijo. Pero no iba a ser lo último.

-          “Sabes que es lo que más miedo me da?? Quedarme en blanco, no poder acordarme lo que tengo que decir. En realidad, no me da miedo, es una condena porque SE que me va a pasar, siempre me pasa.”

Estas dos frases, muestran la GRAN problemática, el gran temor que tienen mis alumnos y clientes cuando me vienen a consultar.

-          “No te angusties, me crees si te digo que eso que te pasa tiene solución? Te voy a mostrar como en solo TRES pasos podés construir un mensaje de impacto, y sobre todo a no olvidarte lo que tenes que decir. Lo llamo el Rombo de impacto “ 

Después de una sencilla explicación sobre el rombo, quedamos con Carolina en una próxima sesión de oratoria coaching. En ese encuentro ella iba a tener que preparar una charla de 3 minutos, sobre los temas que suele hablar en las redes sociales. Por supuesto que tenía que aplicar la metodología del Rombo.

Los resultados fueron increíbles. No se olvidó nada de lo que tenía que decir, pero lo mejor fue ver su rostro de relajación mientras hablaba. ¿Por qué estaba relajada? Porque la metodología del Rombo de impacto ordena tu mensaje, te ayuda a no olvidarte nada de lo que es de verdad IMPORTANTE sobre lo que tenes que decir.

¿¿En qué consiste la metodología del rombo??

Te paso a contar….

Imagínate un rombo tradicional, con cuatro vértices. Un vértice superior, dos laterales y el vértice inferior. Tu discurso, ya sea largo o corto debe tener esta estructura.

En el vértice superior del rombo, vas a escribir en una sola frase, SI EN UNA SOLA FRASE, la idea principal de tu charla. ¿De qué vas a hablar? ¿Qué le vas a contar a tu audiencia? Escribilo en un renglón.

Ya estas listo/a para avanzar hacia los vértices laterales. Un rombo tradicional tiene solo dos. En estos dos vértices vas a escribir dos sub ideas, o conceptos fundamentales para que la idea principal de tu charla se entienda. Que dos cosas le tenes que contar a los demás para lograr tu objetivo. En estos dos vértices, podes colocar una historia, una cifra o estadística de impacto, o una breve explicación del tema que estas abordando. Si tu presentación es larga, te recomiendo que agregues vértices laterales a tu rombo o generes la cantidad de micro rombos necesarios para lograr tu cometido.

¿Qué sucede en el vértice inferior? Es la conclusión de tu presentación. Tu cierre.  Este tiene que generar lo que solemos llamar “call to action”, es decir tiene que invitar a tu audiencia a realizar un movimiento.  Puede ser que compren lo que ofreces, que se interesen por tus productos o servicios o simplemente que compartan la causa que estas transmitiendo.  Tu publico no puede quedar indemne después de escucharte. Siempre tene en cuenta que lo que la gente recuerda mas son los inicios y los finales de las charlas. Así que manos a la obra para hacer conclusiones de impacto.

¿Te sirvió la metodología de rombo? Probala y después me contas. Me gusta saber la experiencia de quienes comienzan a incorporar estas habilidades para hablar en público.

Antes de irme. No te olvides de algo. Ser un buen orador depende solo de vos. Todos podemos hablar bien en público. No hay recetas mágicas ni tampoco “elegidos”.  Es cuestión de incorporar algunos recursos nuevos y de animarse a practica una y otra vez.

transfórmate en el orador que tu carrera o emprendimiento necesitan.


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