¿Qué aspecto tuyo estás dejando de lado mientras mirás la vida de otro?
Hoy escribe... Cecilia Grosso, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI
Vivimos en relación y como parte de ello es natural observar
cómo son las personas que nos rodean, qué hacen, qué no hacen, como se
desenvuelven, cómo se expresan, qué éxito tienen, etc. Ver, observar, percibir
eso es parte de vincularnos.
La clave está en registrar para qué lo hacemos. Podemos mirar al otro para
admirarlo, para estimularnos, para comprenderlo, para reconocerlo pero también
lo hacemos para criticar, para juzgar, para compararnos y a partir de allí
sentirnos superiores o inferiores.
Lo primero que tenemos que hacer es tener la habilidad de reconocernos en ese
momento exacto en el que aparece este mecanismo y registremos para qué lo
hacemos. No no juzguemos, no nos digamos “esto está bien” o “esto es malo”,
simplemente aprender a observarnos y aceptarnos.
En segundo lugar tenemos que aprender a reflexionar e identificar qué parte
tuya o qué aspecto de tu vida estás dejando de ver cuándo miras la de otro. Es
decir, cuando te resulta más fácil y hasta “automático” mirar afuera porque “en
casa” existe algo que te resistís a reconocer.
Habilitarte, llenarte más de vos, “volver a casa”, hacia dentro, encontrarnos
con lo que somos y tenemos es un buen ejercicio para concentrarte más en tu
vida.
Esto no es egoísmo, es conocerte, comprender tu funcionamiento y crear
consciencia en pos de un mayor bienestar es el primer paso del cambio de óptica
y volver los reflectores para hacerte protagonista de tu vida.
No hay nada más interesante que vos mismo.
Comentarios
Publicar un comentario