EL ECOSISTEMA: La evolución del líder en un ambiente volátil, la transformación

 

Hoy escribe... Carlos Guastavino, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI

Un ecosistema es un sistema biológico constituido por una comunidad de seres vivos y el medio natural en que viven, como también un medio social, profesional o educativo en el cual evoluciona un grupo de personas.Cuando hablamos de la gestión de liderazgo debemos tener en cuenta el ecosistema.

Para comenzar a hablar del líder y el ecosistema actual, primero vamos a traer a pensadores y hechos que modificaron absolutamente todo en el transcurso del eje de tiempo de la humanidad.

Si trazamos una línea temporal para hacer un análisis finito comenzando con pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles, siguiendo por Seneca, Cicero y llegando a nuestra época con Harari, Gladwell, Kahneman, etc., recorreremos la historia desde 470 aC hasta hoy. Si en esa misma línea de tiempo analizamos los avances tecnológicos de la humanidad podemos ver que recién desde 1784 (revolución industrial) hasta hoy hay un cambio exponencial que afecta la vida de todas las personas.

Ese cambio influyó en numerosos aspectos y solo para nombrar algunos:

La longevidad, de un promedio de 62 años a los actuales 75/80 o más en algunos países;

La población mundial, donde realmente sí se nota el impacto, de casi mil millones en 1784 a los casi 8 mil millones actualmente, ocho veces más;

Quitando casos, momentos y lugares puntuales, la pobreza tomada como porcentaje del total se ha reducido en ese tiempo, quizás haya más pobres en función a la cantidad de habitantes, pero hay una mejora porcentual del nivel de vida;

De cruzar el océano en tres carabelas endebles a depositar el Perseverance en Marte;

De la peste bubónica que en su primer brote consumió al 25% de la población, de la gripe española que mato entre 20 y 50 millones de personas en 1918 a la pandemia covid-19 donde se obtuvo una vacuna en aproximadamente un año, aunque aún se encuentra en etapa de desarrollo.

A esto llamo evolución y sobre todo evolución del ambiente, donde intervienen múltiples razones y el ser humano, usando su inteligencia y habilidades, fue, es y será capaz de adaptarse y continuar su proceso evolutivo creando diferentes ecosistemas a medida que transcurre el tiempo.

De esto quiero hablar hoy, cuando analizo el proceso de liderazgo y sus cambios adaptativos, ya que esos cambios tienen que ver con el ecosistema en el cual estamos actuando (tiempo, espacio y medio).

Si vamos a ejercer el rol de líder o vamos a liderar a un equipo, son muchos los aspectos que debemos tener en cuenta para utilizar las competencias que venimos desarrollando a lo largo de estos conversatorios orales u escritos.

Tenemos en claro que estamos hablando de personas en sus distintos roles, a los cuales les vamos a imprimir una motivación, le vamos a dar un propósito para que encuentren el sentido de hacer tal o cual cosa y que aporte el valor agregado necesario para impulsar o desarrollar el equipo.

Para ello debemos conocer claramente a cada uno (tema tratado en varias oportunidades) y saber cuál es su arquetipo. Esto significa conocer el modelo inspiracional que busca reproducir cada persona, para poder influir en ella y generar la transformación necesaria que finalmente logrará transformar o lograr el objetivo planteado.

Pero claro, eso es en el orden exclusivamente del ser, de la persona. Aquí vamos a tratar el dónde, el ambiente, el ámbito (el contorno, la atmosfera, características y funciones que se encuentran en el lugar o época) que querremos modificar, con el cual interactuaremos y que puede ser favorable, neutro u hostil. Estas tres situaciones muchas veces parten de una percepción en función a nuestra capacidad, formación, conformación, aprendizajes, experiencias, historia de vida… En pocas palabras, nuestras competencias adquiridas.

Para analizar los cambios micro o individuales, vamos a abordar los contextos macro que claramente modificaron todas nuestras formas de vida y lo clasificaremos en cuatro etapas: Evolución 1.0, Evolución 2.0, Evolución 3.0 y Evolución 4.0.

Luego, según el tema a tratar, podemos revisar los impactos en la industria (industria 1.0 o 2.0 etc.), educación u hecho social (también agregando la nomenclatura 1.0 o 2.0 etc para saber el periodo de análisis) Cada uno de estos hechos influyeron en mayor o menor medida en esos cambios transformacionales y refundacionales de la actividad humana.

Para analizar los cambios en los ecosistemas, comenzaremos por la Evolución 1.0, la revolución industrial a partir del invento de la máquina a vapor allí por 1776/84. La segunda evolución se dio con la energía eléctrica en los procesos de ensamblajes o montajes y la producción en masa. La tercera evolución se dio en 1969 con la primera transmisión con fines militares en esa época de internet. La cuarta, la que estamos viviendo ahora, la de los sistemas cibernéticos, big data, internet de las cosas, tecnologías aditivas, inteligencia artificial, etc.

Cada uno de esos hechos evolutivos han causado un cambio disruptivo y, como apreciarán, esos cambios se producen cada vez en períodos mas cortos de tiempo con lo que nuestra plasticidad y adaptación al nuevo entorno o ecosistema debe ser una predisposición natural a estas alturas.

Se hace primordial este análisis si queremos liderar un grupo porque nos encontramos con un dilema muy importante que podría transformarse en problema si no lo entendemos en su real dimensión: las “brechas generacionales” entre los que algunos han clasificado como Silent, baby boomers, generación X, millennials, generación Z o centennials.

Cuando hablamos de ecosistemas actuales, y limitándonos al momento actual o evolución 4.0, podemos decir que están formados por los siguientes pilares: mundo globalmente conectado, instrumentos y sistemas inteligentes, tecnologías de información y comunicación (TIC), organizaciones super estructuradas, internet de las cosas, extrema longevidad.

Dentro de esos pilares nos encontramos con la transdisciplinariedad, alfabetización en nuevos medios, mentalidad de diseño, colaboración virtual, capacidad de síntesis, pensamiento adaptativo, inteligencia social, pensamiento sistémico y computacional, competencia intercultural, siendo estos los principales factores y competencias que alimentan la acción en un mundo altamente digitalizado, internacionalizado y ciertamente efímero en el desarrollo de muchas novedades que rápidamente son reemplazadas por actualizaciones o cambios disruptivos.

En este ecosistema debemos liderar equipos, transmitir el objetivo, solucionar problemas, trabajar en el yo, en el otro y dentro del contexto.

La función del líder estará dada en detectar los talentos en cada una de las partes del ecosistema, unirlos, comunicarlos, formar el equipo alineando esos vectores para avanzar en el tiempo programado, conociendo que surgirán cambios disruptivos y mutantes que podrían hacer reformular el proceso o cambiarlo por uno completamente diferente o simplemente desaparecer.

Es por ello, que la base de consolidación del liderazgo seguirá siendo una y la de siempre, la base humana, la plasticidad para generar empatía, la comunicación asertiva, la solución de conflictos, la motivación de aprendizaje, la detección de problemas y en su defecto la rápida solución de ellos, todo eso en el ecosistema volátil, incierto, complejo y ambiguo con una estabilidad precaria.

El reto para el líder hoy es mucho más desafiante que en otros tiempos y estamos entrando en un contexto en el cual la visibilidad es cada vez menor, es el desafío de adaptarse a los cambios que suceden y generar cambios para que otros se adapten, podríamos estar a las puertas de la evolución 5.0.

Esto me lleva a preguntarme si no será esa la causa de falta de liderazgos en la actualidad, en todos los órdenes: político, social, organizacional, educativo, familiares, etc.

Entiendo que una buena gestión de liderazgo para transformar una organización solo es posible cuando se logra transformar a las personas y se las fortalece para enfrentar los ecosistemas volátiles preparándolas para los cambios que hoy son inciertos.

Léase transformar a la persona como aquel proceso que agrega valor en la función de un equipo, un proyecto, una organización y lo promueve como futuro