Fatiga por Zoom (I)
Hoy escribe... Martín Lorences, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI
¡¡¡NO AGUANTO MAS!!!: COMO PREVENIR LA FATIGA POR ZOOM
Un día no me di cuenta y pasé 9
horas dentro de Zoom. Primero una reunión, luego otra, después una clase, luego
otra reunión y así se fueron yendo las horas, el sol se fue poniendo, pero mi
Zoom seguía prendido.
Me sentí cansado, con algo de dolor
de cabeza, con pocas ganas de seguir escuchando y con menos de seguir atento la
conversación. Tenia el enorme deseo de salir de mi “home office” y encontrarme
en el living con Daniela para poder ver a alguien en persona, en todas las
dimensiones que tiene un ser humano.
Pero también pensé. Yo estoy
agotado, ¿y los demás? ¿Que sienten mis alumnos luego de una clase o taller? ¿Que
sienten mis clientes luego de una reunión con la pantalla dividida?
Abrí LinkedIn, me encontré con un
estudio de Jeremy Bailenson de la Universidad de Stanford, donde expone sobre
una nueva causa de estrés. La fatiga por
Zoom.
Parece que mi sensación de cansancio
no era una rareza mía, sino que es algo que atraviesa a todo aquel que pasa
muchas horas en videoconferencias.
Es una verdad de Perogrullo que la
pandemia nos obligó a todos a la comunicación online. Que algo que se veía como
una situación del futuro se transformó en la nueva realidad. Las reuniones laborales,
de negocios, las clases, hasta incluso las sesiones entre médico-paciente, se
desarrollan a través de una cámara web. Así como la comunicación online se hizo
“esencial”, Zoom se transformo en la plataforma elegida en su mayoría como el
medio, el canal donde la comunicación sucede. A tal punto que Zoom ya no es el
mero nombre de un software, paso a ser un verbo.
En este escenario, en muchas
ocasiones las videoconferencias (por su duración, por la concepción de quien la
organiza, por su forma, por su estética) generan una enorme fatiga, cansancio
en sus participantes.
Frente a esto, me propuse algo. Ser
mas sustentable en mis reuniones de online. ¿Que quiere decir esto? Tratar
desde mi lugar a mitigar la fatiga por Zoom que mis clientes y alumnos puedan
sentir, por lo menos en las reuniones conmigo.
Para generar reuniones online mas
saludables te recomiendo que prestes atención en tres aspectos:
Hacer pausas, recreos dentro de tu propia
reunión. Si sos el host, el que organiza
o lidera el encuentro podes generar algunos “minis recreos”. Si no sos el
invitado principal, proba con realizar un breve apagón en tu cámara, ponete de
pie y estira las piernas.
Lenguaje no verbal: No estar demasiado cerca de la
cámara. Una de las razones que más estrés genera en las reuniones de Zoom es la
excesiva “intimidad” con la que observamos al resto. En un encuentro presencial
las personas se sitúan mucho mas lejos de lo que luego nos observamos a través
de la cámara. Por ende, procura estar a una distancia razonable de tu cámara.
Trata de tener un plano desde tu ombligo para arriba. Que se vea tu pecho, tus hombros
y tu cara. He visto videoconferencias de primer plano de los mentones o narices
de los participantes.
Si te ubicas a una buena distancia,
también le permite a tus manos expresarse con libertad y que esos movimientos
sean observados por tu audiencia. Las personas que comunican sus ideas con
manejos claros y contundentes de sus manos logran tener más impacto e
influencia en las personas que te escuchan.
¿Que hacemos con los ojos? Las reuniones por Zoom nos enfrentan a algo
totalmente antinatural. Cuando miras a alguien ese alguien no se siente mirado.
Y cuando ese alguien se siente observado directamente es porque vos no lo estas
mirando realmente, porque tus ojos apuntan directo a la cámara. La propuesta es
que cuando hables alternes entre mirar a la cámara de tu computadora y a la
pantalla. De esta manera tus compañeros de reunión se van a sentir observados,
pero no amenazados por la constancia de tu mirada.
Utilizar matices en tu voz: La mejor manera para tener una
reunión saludable es que cuando te toque hablar a vos, lo hagas con variaciones
en el tono y la velocidad de tu voz. Evitar se monocorde. Es de buena técnica
oratoria en un Zoom subir la intensidad de tu volumen para resaltar una idea,
remarcar conceptos trascedentes. Por otro lado, en los momentos mas importantes
de tu alocución, te recomiendo que bajes la velocidad, así tus palabras son
dichas con más nitidez y en consecuencia mejor comprendidas.
Asumí el compromiso tener videoconferencias
más saludables. De esta manera vas a poder influir en tus reuniones, ser más
asertivo y en consecuencia disfrutar de tus apariciones ante la cámara.
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