El cambio que queremos ver en el mundo
Hoy escribe...
CECILIA GROSSO, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI
El cambio que queremos ver en el mundo
Más allá de la cultura de la queja dominante en la sociedad, cada vez más seres
humanos están empezando a regirse en la simple premisa de no dar por sentado
nada de lo que sí tenemos.
Es una verdad a gritos que la realidad, y este contexto sobre todo, nos da
diariamente motivos para enojarnos, victimizarnos o lamentarnos pero,
dependiendo de dónde pongamos el foco de atención, también nos da motivos para
sentirnos agradecidos.
La capacidad que tenemos de valorar lo que sí forma parte de nuestra vida es
infinita; el verdadero desafío está en acordarnos cada vez que la tostada cae
del lado de la mermelada para arriba. Pero también hacerlo cuando no se cae de
la mano, e incluso agradecer el hecho de que podemos comer una tostada cada vez
que queramos.
Solo depende de nosotros el cultivar esta actitud y sin duda puede restaurar
nuestro bienestar emocional; no dar por sentado nada de lo que sí tenemos hace
que poco a poco vayamos recargando nuestro depósito de energía vital,
abriéndonos la posibilidad que nos convirtamos a través de un proceso de
transformación personal y reivindicación profesional, en el cambio que queremos
ver en el mundo.
Si aprendemos a percibir la realidad desde esta óptica de no dar por sentado
nada de lo que sí tenemos, entramos en un círculo virtuoso que nos lleva a
potenciar el optimismo y el positivismo, facilitándonos encontrar cada día
detalles cotidianos por los que sentirnos agradecidos. Además, de la mano del
agradecimiento surge, de una forma natural, la valoración.
Y es nuestra capacidad de valorar cada cosa que tenemos es precisamente lo que
nos da la fuerza para levantarnos cada mañana con otra actitud, centrándonos,
así, en lo que está a nuestra disposición y no poniendo el foco de acción en lo
que nos falta.
Si bien la premisa “no dar por sentado nada de lo que sí tengo” nos lleva
quizás a perdernos en el laberinto de nuestra mente y nuestros pensamientos, es
una invitación para pasar a la acción.
¿Soy de los que se queja cada vez que el agua de la ducha me sale fría o soy de
los que valora cada vez que sale caliente?
¡Empezar a cambiar tu mentalidad está en tus manos!
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