EL PODER DE LAS EMOCIONES
Hoy escribe...
Camila Mele, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI
El poder de las
emociones
Cuando hablamos de liderazgo, indudablemente hablamos de
relaciones interpersonales. Hablamos de las posibilidades que tenemos para
generar mejores relaciones con aquellos que nos rodean. Si a un grupo de
personas les consultamos sobre las características que tiene un buen líder, muy
probablemente, nos encontraremos con respuestas como “Es capaz de influenciar
en las personas”, “es un buen comunicador”, etc.
Todas las relaciones se construyen, desmitifiquemos aquellas
afirmaciones que establecen, por ejemplo, que las relaciones con los padres o
hermanos son buenas por cuestión de consanguineidad o que la relación entre
jefes y empleados se sustentan en estructuras jerárquicas y de poder claramente
definidos. Nuestra capacidad para desarrollar relaciones interpersonales
saludables y provechosas está ligada a las posibilidades que tengamos, en
primera instancia, de relacionarnos adecuadamente con nosotros mismos. Con esto
nos referimos a la posibilidad de controlar nuestros actos en vez de que
nuestras emociones se apoderen de ello.
La inteligencia emocional nos ayuda a desentrañar el
complejo mundo de las emociones y, como resultado, nos ayuda a construir
relaciones basadas en la identificación de nuestras emociones, pero por sobre
todo las de los demás.
La inteligencia emocional es una de las tantas inteligencias
que tenemos los seres humanos y, como es sabido, ciertas personas pueden
desempeñarla más fácilmente que otros. Esto puede deberse, por ejemplo, a
estímulos relacionados con el manejo y control de las emociones de manera
temprana en la vida. Aun así, todos podemos “entrenarnos” para ser cada vez un
poco mas inteligentes a nivel emocional sin importar la edad.
Cuando nuestras emociones toman el control de nuestros actos
perdemos la capacidad para ser conscientes de nosotros mismos y nuestros
sentimientos. Esto sucede cuando actuamos bajo los efectos, por ejemplo, de la
ira, el miedo, la vergüenza, etc. Es en este tipo de situaciones donde quedamos
a merced de las emociones, es así, que podríamos vernos desbordados,
vulnerables y fuera de control.
Las personas que son capaces de desarrollar su inteligencia
emocional no solo son dueños de sus emociones, también, pueden aprovechar mejor
su intelecto, son capaces de automotivarse, están mejor preparados para
afrontar frustraciones, regulan sus estados de ánimo, controlan sus impulsos, y
por sobre todas las cosas, son capaces de desarrollar la empatía.
La empatía es la capacidad de identificar los sentimientos
de los demás, el liderazgo sin empatía no es liderazgo y solo podemos reconocer
sentimientos ajenos si conocemos y dominamos los nuestros. La empatía significa
mucho mas que “ponerlos en los zapatos del otro”, significa trabajar sobre la
escucha activa, estar a disposición de los demás y colaborar con la
identificación y control de sus sentimientos.
Si nos pidieran que cuantificáramos la cantidad de tiempo
que tenemos que destinarle al trabajo sobre la inteligencia emocional la
respuesta sería sencilla, nos lleva la vida misma ser conscientes y conocernos
a nosotros mismos.
Muy bueno !!
ResponderEliminarMuchas gracias !
EliminarConocerme sin la "ayuda" del psicólogo!
ResponderEliminarQue importante conocernos a nosotros mismos . Ardua tarea aunque parezca sencilla.
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