¿POR QUE NOS FALTA TIEMPO?


 









Hoy escribe... Camila Mele, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI


Para alcanzar nuestros objetivos debemos poder gestionar nuestro tiempo. Resulta muy complejo alcanzar metas y objetivos si no tenemos la capacidad de gestionarlo y manejarlo, así como también es muy difícil desarrollar nuestras competencias para el liderazgo si no sabemos administrar nuestro tiempo. Hablaremos en las próximas líneas un poco al respecto.

Podemos pasar años envueltos en un conjunto de quejas constantes y reclamos hacia el reloj, o sino podemos poner un punto final a ello y empezar a trabajar para poder mejorarlo, para progresar en ello primero debemos identificar el problema y su origen.

En este primer texto al respecto del tiempo conversaremos acerca de la gestión. Particularmente nos interesa centrarnos en como nosotros percibimos, entendemos y gestionamos nuestro tiempo. Luego, con una noción más cercana a la realidad, estaremos en condiciones empezar a mejorar la forma en que lo gestionamos.

Seamos realistas, difícil será mejorar una situación o arreglar un problema si realmente no tenemos identificado cuál es el problema.

¿Cuántas veces pensaste que no tenías tiempo para nada? ¿Cuántas veces pensaste que el trabajo ocupa todo tu tiempo disponible? ¿Alguna vez evaluaste la posibilidad de que en realidad no gestionas bien tu tiempo?

Pensemos… ¿Cuánto tiempo al día le dedicamos al trabajo? ¿Cuánto tiempo al día le dedicamos a la recreación? ¿Cuánto tiempo el día le dedicamos a la familia? ¿Realmente tenemos noción y conocimiento de esa distribución?

En muchos casos, ante una actividad que debemos realizar nos cuesta tener una noción clara del tiempo que nos demandará realizarla. Esto se debe a diferentes motivos, por un lado, para aferrarnos a una falsa ilusión de eficiencia y, por otro, por un real desconocimiento de la cantidad de recursos que debemos implementar en su ejecución.0

Entonces podríamos afirmar que el primer paso para poder gestionar nuestro tiempo es identificar qué es lo que hacemos con él. Esto, que no resulta tan sencillo como podríamos pensar en un principio, es que en muchos momentos de nuestra cotidianeidad consideramos que pasamos cierta cantidad de tiempo realizando alguna actividad en particular, pero en realidad estamos haciendo otra. Veámoslo con un ejemplo…

¿Alguna vez se encontraron ante una situación como las que les describo ahora? Están teniendo que realizar alguna actividad particular, por ejemplo, algún trabajo operativo que no les gusta tanto, empiezan con mucho esmero, le dedican unos minutos, etc. Pero pasados unos minutos sienten la imperiosa necesidad de revisar algo en el celular supongamos, redes sociales, mails, notificaciones. En ese instante afirman y se convencen de que ello no tomará más de cinco o diez minutos. ¿A quién no le ha pasado que esos cinco o diez minutos se transforman en media hora, cuarenta minutos o más?  Al finalizar el momento de trabajo se encuentran con que han avanzado un poco a pesar de haberle dedicado, por ejemplo, tres horas de nuestro tiempo.

En este momento los invito a pensar e identificar cual es realmente el tiempo destinado a cada una de las actividades que hacemos. Como los pequeños momentos de distracción que interrumpen las actividades condicionan el rendimiento.

Allí es donde empiezan los problemas de la gestión del tiempo, creemos que estamos más tiempo realizando una actividad porque en realidad carecemos de la capacidad para concentrarnos y hacer una sola cosa a la vez. A veces esta nueva era del multitasking, en busca de la eficiencia nos termina jugando malas pasadas. En vez de estar haciendo muchas cosas a la vez, estamos haciendo un poco de todo y, al fin y al cabo, nunca terminamos de hacer lo que nos planteamos. Al final del día nos encontramos agobiados y enredados en un conjunto de tareas que empezamos y no terminamos, en un montón de actividades que nos esperan pendientes, en un montón de trabajos que al otro día vamos a tener que volver a empezar.

En conclusión y solo como un primer adelanto acerca de la gestión del tiempo podemos decir que el primer paso para mejorarlo es identificar qué es lo que hacemos con él y luego empezar a poner prioridades acerca de qué es lo que vamos a querer hacer.

No poder gestionar nuestro tiempo no solo nos pone ante una situación de incumplimiento constante, sino que nos enfrenta a una de las situaciones más complicadas en la era profesional actual, gestionar la frustración ante una continua falta de cumplimiento de nuestros propios objetivos.

Pero bueno con respecto a la gestión de la frustración y los principales enemigos de la gestión eficiente del tiempo vamos a hablar en encuentros futuros.

 


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