Hoy escribe... Carlos Guastavino, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI
El concepto de autopoiesis
proviene de la rama biológica y su etimología es en griego: auto, ‘por sí mismo; poiesis: creación,
producción' siendo un neologismo acuñado en la década de 1970 por el biólogo, escritor y filososfo chileno Humberto
Maturana y en una de sus frases dice
“los seres vivos somos sistemas autopoiéticos moleculares, o sea, sistemas moleculares que nos producimos
a nosotros mismos,
y la realización de esa producción de sí mismo como sistemas moleculares constituye el vivir”.
Este concepto lo quiero combinar
con otro que es el de sistemas abiertos se caracterizan por intercambiar energía y/o materia con el entorno que los rodea, ya sea tomándola
hacia él y/o expulsándola. Y como ejemplo podremos
nombrar al cuerpo humano, uno olla hirviendo, un reactor nuclear, un
motor a combustión y porque no una
organización.
Un tercer concepto que quiero
introducir para combinar con los dos anteriores es el del equilibrio que es el estado de un cuerpo
cuando la suma de todas las fuerzas y momentos
que actúan en él se contrarrestan. Proviene del latín aequilibrĭum, que
se compone de “aequus”, que significa 'igual', y “libra”, 'balanza'
Ahora llevemos esto a nuestra
organización y en particular a la influencia que representa el liderazgo
para transformar y tomemos los dos conceptos
finales, sistemas abiertos
y equilibro. Con solo analizar
un poco veremos que son incompatibles porque el solo objetivo
de transformar hará romper el equilibrio si lo hubiere, mas aun si estamos en
un sistema abierto que participa en
un ecosistema cambiante, disruptivo, volátil e incierto. Muchos autores y estudiosos de estos equilibrios organizacionales
y económicos nos han nutrido con sus conocimientos como ser Porter y sus cinco fuerzas
o sus estrategias competitivas o el brillante Nash con su equilibrio y tantos otros
En resumen, nunca existe un
equilibrio en una organización y si así fuere, esa organización acaba de morir y solo falta que la absorban o
desaparezca.
Esa lucha por la supervivencia primero
y por el crecimiento después solamente se podrá hacer en un sistema autopoietico, en el que logremos influenciar
de tal manera en las personas que nos
acompañan para que sean capaces de reproducirse, copiarse, logrando autorregularse aprovechando la energía del entorno (sistema abierto) y conservando su estructura pese a no estar en equilibrio. Esto permitirá no perder la autonomía ni su identidad.
Un sistema abierto y autopoietico
tiene sus riesgos porque podría desembocar en tres resultados, sistema
homestatico, sistema entrópico o sistema evolutivo
a- Si
el desarrollo nos lleva a temer un sistema homeostático significa que llegamos
a una autorregulación y absorción de las fuerzas que interactúan, donde
estaremos libres o casi libres de conflictos, el medio ambiente o ecosistema
fue neutralizado pero el avance será lento, esto se asemeja a una zona de
comodidad o equilibrio y en un contexto disruptivo es definitivamente no
aconsejable.
b- Si
nos lleva aun sistema entrópico, quiere decir que tenemos muchos problemas, los
subsistemas no funcionan o no se coordinan y la auopoiesis puede existir pero sin
orden y cada uno toma definiciones no alineada scon la organización u objetivo.
Como es lo mas cercano a una teoría de caos, podemos decir que nos mantenemos
vivos pero hay que actuar rápido porque llegamos al punto de inflexión de
crecimiento o desaparición breve.
c- En
cambio si el sistema es evolutivo quiere decir que la autopoiesis tiene un
alineamiento con los objetivos principales, hay crecimiento y avances afuera de
la zona de confort con un desequilibrio equilibrado, donde los integrantes se
retroalimentan y los problemas son solucionados casi inmediatamente.
Claramente que en la mayoría de
los casos estaremos frente a un sistema entrópico que nos puede llevar hacia la
homeostasis o la evolución.
Todos y cada uno de estos estadios
ocurren cuando lideramos una organización.
Nuestra capacidad en el ejercicio del liderazgo se vera interpelada ante
la aparición de cada uno de estos escenarios.
Siguiendo el concepto de
autopoiesis en el liderazgo, esto debería hacernos observar acerca de lo qué está pasando en el
interior de un ente y que podamos definir que es un ser que esta vivo,
entendiendo por vivo a una organización que rompe el equilibrio para avanzar
hacia sus objetivos generales e individuales
(organización e individuos que la componen).
Esto se logra con la autopoiesis, es decir que cada integrante tenga la suficiente individualidad y autonomía
para producir, duplicarse y asistir positiva
o creativamente ante los problemas que provienen
del sistema abierto
donde estamos actuando
como así también,
aprovechar las oportunidades
que presentan dicho sistema.
Podemos definir entonces que la
autopoiesis es aquello que sucede dentro de un ente, en nuestro caso, una organización, y que nos hace definir que se
encuentra viva si puede reproducirse
a si misma en forma continua y puede aun modificarse para repararse o crecer en función
a los problemas que le presenta
el ambiente o ecosistema.
Un líder deberá actuar en un
sistema abierto, competitivo y arbitrario, con fuerzas que nos desequilibran permanentemente, por lo
tanto es misión primaria y fundamental, influenciar en los integrantes del equipo para que desarrollen su autonomía
alineada a los objetivos de la
organización con la finalidad de reproducirse tanto en ideas, como en emociones
y producción a través de la disciplina,
la pasión y sus competencias.
Esto es crear un sistema
autopoietico que actuara en un ecosistema abierto que nunca estará en equilibrio,
pero siempre lo buscara.
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