El liderazgo en épocas híbridas
Hoy escribe... Carlos Guastavino, integrante del Comité Ejecutivo del CEDELI
Se ha cumplido un año desde el anuncio del Aislamiento
Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) que cambió el modo de ejercer nuestros
trabajos y muchas otras tareas. De un
día para otro, la oficina estaba en casa y nuestra manera de relacionarnos -y
hasta hacer las compras- tomó un giro de 180 grados.
Las empresas o gran parte de ellas empezaron a
tener a su staff en forma remota, las clases comenzaron a impartirse de manera
virtual y el e-commerce se situó en el centro de la escena. Pero la verdad es
otra: el 2020 fue la aceleración de una realidad que estaba latente, de trabajos
y tareas que mantenían un modelo vetusto, el del espacio físico, la oficina, la
reunión presencial etc. .
Aunque algunas organizaciones ya estaban
implementando días de trabajo home office, la mayoría era reticente a esto,
parecía que se perdía el control, se perdía un liderazgo basado más en un
modelo burocrático, de controles de horario, de la orden verbal rápida, de la
auditoría interna imprevista para dar lugar a un nuevo modelo de hacer las
cosas.
Se impuso el trabajo remoto, lo que generó un
cambio de paradigmas basado en pro y contras como ser la reducción de costos en
los espacios físicos, el fin de los horarios fijos, la reducción e incomodidad
del traslado hogar-trabajo-hogar que en muchos casos insumía horas, el aumento
de la productividad por parte de las empresas, la modificación de las maneras
de comunicarnos, la autogestión, el aprendizaje para maximizar los horarios y
muchos etcéteras que aún estamos descubriendo.
Hay 3 aspectos clave que deben tener en mente las
empresas a la hora de pensar en sus modelos laborales:
1- la oficina
híbrida como el nuevo paradigma;
2-
el bienestar digital y la cultura
corporativa;
3- la retención
del talento.
Debemos entender que la oficina híbrida llegó para
quedarse y que según un estudio de la consultora Citrix Systems hay un 83% de
los empleados que preferiría trabajar a distancia, al menos una parte del
tiempo. Esto se debe al empoderamiento por parte de los trabajadores para la
toma de algunas decisiones que antes eran facultad del jefe que estaba un par
de escritorios mas adelante, haciendo trizas el obsoleto modelo de control generando
un nuevo orden laboral centrado en sus necesidades.
Está claro que este cambio aun es incipiente pero en
marcha y que el 66 % de los colaboradores actuales desearía en el futuro, según
el mencionado estudio. También, menciona que el 65% cree que luego de la
pandemia, las oficinas se usarán para actividades específicas como ejercicios
de colaboración y de integración de equipos.
Pero está claro que para que este modelo cumpla con
las expectativas de los colaboradores y entregue una buena experiencia de
usuario, es importante que las compañías desarrollen estrategias de negocio a
largo plazo, de la mano con los departamentos de IT, para adaptarse a las
necesidades centrales del nuevo orden laboral: ampliar el perímetro de
seguridad por fuera del edificio corporativo, brindar un espacio de trabajo
digital seguro y flexible y adoptar modelos de la nube para ganar escalabilidad
y dinamismo.
Todo esto requiere un liderazgo adaptado a este
ecosistema puntual. Y no solo hay que liderar el impacto en términos de mejorar
la productividad del staff, sino también en relación al balance entre la vida
personal y privada.
En el estudio mencionado, el 50% de los argentinos
cree que su carrera se ha visto afectada positivamente trabajando desde casa durante
el último año, y que un 59% está de acuerdo en que su vida personal también ha
tenido un impacto positivo. Cuando hablamos de espacios digitales sabemos que
estos pueden brindar flexibilidad y empoderamiento con tecnología para que cada
uno pueda llevar a cabo sus tareas de la manera más eficiente.
El Bienestar Digital y la Cultura Corporativa
también se ven afectadas. Este ha sido un reto para el liderazgo porque
generalmente decimos que los cambios son culturales, pero desde 2020 y en
función a esta modalidad remota debido a la pandemia muchas organizaciones
debieron adaptar sus culturas corporativas a un nuevo escenario de trabajo.
En el estudio que abordamos se afirma que el 53% de
los argentinos coincide en que la cultura corporativa ha mejorado durante la
pandemia. En este contexto es primordial cuidar el bienestar digital de los
colaboradores, y esto se transformó en una nueva normalidad del orden laboral. Es
importante para el ejercicio de los liderazgos en este ecosistema, saber que al
99% de los empleados les importa que exista una cultura corporativa que
promueva el bienestar mental y/o físico. A su vez, el 66% de los
argentinos coincide en que para crear/mantener una buena cultura corporativa,
un buen liderazgo es lo más importante, seguido por la creación de ambientes de
trabajo y horarios flexibles (49%).
Con las nuevas demandas de los colaboradores, el
liderazgo debe estar en sintonía plena con los equipos de IT y de RRHH desarrollando
las estrategias que promuevan el bienestar físico y mental, sabiendo que
estamos trabajando en muchos casos con personas generación X y/o Z cuya
volatilidad y propensión a los cambios es muy alta. El líder debe generar los espacios
de trabajo digitales que aporten flexibilidad a los colaboradores y les permita
adaptarse a las actividades con las que más cómodos se sientan, esto se lograra
a través de las herramientas ya conocidas por nosotros, como la empatía,
asertividad, comunicación y en consecuencia, avanzar en esa nueva dirección
pero manteniendo las bases de liderazgo.
Surge otro tema que incipientemente ya hemos
mencionado, la retención del talento.
Este nuevo modelo, el trabajo a distancia, democratiza
el empleo a territorios que antes eran más difíciles de alcanzar y se convierte
en una demanda por parte de los empleados.
Hoy, para los nuevos colaboradores, un modelo de
trabajo flexible y a distancia se convirtió en prioridad, siendo uno de los
factores decisivos a la hora de elegir o cambiar de trabajo.
Resumiendo, el estudio concluye con lo siguiente:
Un 68% está de acuerdo en que, si tuviera que cambiar
de trabajo, sólo aceptaría un puesto que ofrezca opciones de trabajo flexibles
y a distancia.
Un 74% piensa que las empresas van a perder talentos
si no ofrecen opciones de trabajo flexible y a distancia.
Un 67% consideraría mudarse a otra ciudad si pudiera
seguir desempeñando su trabajo al mismo nivel sin desplazarse a un lugar de
trabajo (es decir, con trabajo flexible).
Un 54% trabajaría para una empresa que le pague menos
de lo que recibe ahora, si le brindara la posibilidad de trabajar a distancia y
le ofreciera un horario de trabajo flexible.
Esto es claramente un cambio que debemos tener en
cuenta al momento de ejercer el liderazgo, de formar los equipos y promover
nuevos desafíos. Los cambios disruptivos y mutantes de los que hablamos
permanentemente nos presentan un nuevo desafío en nuestra tarea de líderes y
formadores de líderes.
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